Juego Mixto

¿Y SI JUGAMOS?

EXPOSICIÓN

Museo Nacional de Arte de La Paz / Bolivia

CURADOR

Juan Fabbri

CATÁLOGOS

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Dagmara Wyskiel polaca, residente hace diecisiete años en Antofagasta. Actualmente es una de las artistas más influyentes del norte de Chile. Combina su quehacer creativo con su labor como curadora, gestora y educadora en torno a las prácticas de las artes visuales. Colaboró en repetidas ocasiones para la difusión de arte boliviano en el vecino país.

El trabajo que nos presenta en Bolivia es un diálogo con los últimos pensamientos e inquietudes de la artista. Titulado Juego Mixto B, es la materialización de las bifurcaciones e interrogantes que se plantea cotidianamente y en cada territorio que recorre. La propuesta que toma forma en su investigación doctoral realizada en la Universidad de Bellas Artes de Cracovia (Polonia, 2016) encuentra una nueva serie de piezas en La Paz. Wyskiel frecuentemente interactúa con los significados de los lugares que visita, y Bolivia no es la excepción.

Las obras de la exhibición nos plantean preguntas a modo de juegos que interpelan el poder religioso, histórico y político. Frente al ejercicio de dominación humana propone lo lúdico como una estrategia de resistencia. La alegría de la creadora al escuchar el eco que producen sus tacones mientras recorre la sala del Museo Nacional de Arte, porque el espacio se transformó en un ambiente sacro donde se adora una pelota de golf. Es entonces, donde el poder religioso y todo su aparato ideológico es cuestionado por medio del arte.

La obra Juego Mixto, que consiste en una bola de golf sobre dimensionada que recorre diversos parajes, nos invita a preguntarnos sobre la presencia británica en el norte de Chile. Gigante y perdida en el desierto tras un divertimento de los ingleses, buscó ser devuelta al Reino Unido, sin obtener respuesta. Carentes de responsabilidad por recuperar su bola extraviada en América del Sur. Después que nadie la rescató en Londres, llega a La Paz y entra en diálogo con la historia de Bolivia. Precisamente ahora, este octubre de 2018, donde acabamos de sentir la indignación por el veredicto de la Corte Internacional de Justicia en la Haya que no encuentra sentido en la demanda marítima que para los bolivianos es profundamente importante y sentida. Posiblemente, otro tiro errado. En este escenario, el golf es un juego perverso. Los intereses económicos ingleses estaban en medio del escenario bélico durante la Guerra del Pacífico (1879-1883). Los bolivianos tenemos muchas preguntas qué hacerle a esta pelota de golf británica. La obra no hace referencia a cualquier inglés. Nos evoca al propietario y comerciante del salitre y del guano, al capitalista, aquel que fue capaz de jugar unos de los deportes más elitistas del mundo a fines del siglo XIX e inicios del XX. ¿Y si en la exposición jugamos con ellos?

Por otra parte, en las obras podemos reconocer una investigación sobre la escala como un elemento formal dentro el arte, pero que en la propuesta se convierte más bien en una estrategia artística para cuestionar conceptualmente el poder sobre los humanos. Los cambios de escala nos invitan a interrogarnos sobre nuestra relación individual y existencial con la historia, el paisaje y la política. Pequeñas sillas que dialogan formal y conceptualmente con grandes espacios.

Por último, es importante reconocer el arte de Wyskiel como una herramienta de diálogo, crítica, reflexión y construcción de pensamiento que además busca generar intercambios culturales. Esta exposición es un paso más en la edificación de vínculos para conocernos y solucionar simbólicamente los problemas que enfrentamos. Las relaciones entre Chile y Bolivia no son fáciles. La presente muestra es la posibilidad de crear puentes en vez de muros.

Juan Fabbri
Curador
Museo Nacional de Arte