Museo de la Memoria - Uruguay

EXPOSICIÓN

Museo de la Memoria

Uruguay
2024 – 2025

Dagmara escribe con tinta roja los años de violencia. Con tinta blanca escribe los que no. A veces los despliega sobre una pared, sobre una cinta suspendida en el aire o sobre el suelo.

 Entonces los años cuentan lo que ocurre

y anuncian lo que ocurrirá.

 

Parafasia de “ventana sobre la palabra”

de Eduardo Galeano (Uruguay).

 

Hay momentos para recitar poesías

y hay momentos para boxear.

Roberto Bolaño (Chile)

 

 

 

 

Marcar la agenda en rojo.

 

Marcar la agenda en rojo para no olvidar. Marcar en rojo para reconocer un día entre los días. Rojo para identificar lo importante. Rojo es el color de la sangre. Es importante no olvidarlo.

 

Ley reservada de Dagmara Wyskiel es un ejercicio de memoria. Una caligrafía de sangre que escribe lo que fuimos, lo que nos hicieron, y lo que nunca más queremos ser.

 

Chile, como tantos otros lugares, es espejo y advertencia. Un reflejo de cómo el poder desenfrenado se convierte en jauría. La pregunta está abierta: ¿qué hacemos con nuestra historia? ¿damos vuelta la página, o la enfrentamos para romper el ciclo de su violencia? Hace tan solo cincuenta años, en Chile y en Uruguay, el Estado fue verdugo. Torturas, desapariciones, cuerpos enterrados y silencio. Dos países que compartieron el peso de la dictadura, dos pueblos que hoy cargan la memoria como un escudo.

 

Así como los servicios de inteligencia militar de Chile, Uruguay, Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay se coordinaron en el denominado Plan Cóndor para la vigilancia, la detención, la violación o el asesinato durante las dictaduras del Cono Sur resulta necesario coordinar la memoria para resistir el olvido.

 

En Uruguay, treinta años han pasado desde que Fernando Morroni cayó bajo balas en democracia en la llamada “masacre del Filtro”. Ésta es la historia de uno y de todos. Su nombre es recordatorio de que la violencia estatal no pertenece solo al pasado. Fue una herida abierta frente a un hospital, frente a un pueblo que pedía ser escuchado y que encontró represión como respuesta.

 

Podrían ser rostros. Podrían ser nombres. Pero son fechas, años, números que a veces se vuelven ciclos. Porque es la historia de una masacre, y de mil. De cuando el Estado, cómplice del miedo y la codicia, volvió sus armas contra el corazón de su gente. Un patrón de violencia que no es línea, sino círculo. 

 

Un grito que se repite entre generaciones, un eco que atraviesa los años y no se detiene. Cada golpe de un monumento en el suelo es un intento de redibujar la memoria, de volver al pasado y exigir respuestas. Pero repito, cuidado, no es línea sino círculo. Siempre se alza una estatua en medio del polvo. 

 

Con la exposición Ley reservada en Uruguay se inicia un esfuerzo coordinado por analizar la historia de una región entera, la nuestra. 

 

Siempre desde un sector del poder se ha querido minimizar, borrar o justificar al Estado cuando ejerce violencia sobre los civiles. Los documentos desaparecen, las personas desaparecen. Por eso es importante volver atrás, rescatar y marcar en rojo. 

 

La agenda de ayer es también la agenda de mañana. Es urgente coordinar agendas, tejer un relato compartido, caminar por sobre las fechas que aún están frescas y mancharse los pies para seguir andando. En eso estamos. 

 

 

Fernando Foglino
Curador