Gran Canaria

EXPOSICIÓN

Museo Castillo de Mata

Las Palmas, Gran Canaria, España.
abril – mayo 2022

A partir del estallido social de 2019 en Chile y de los hechos de violencia y atropello a los derechos humanos, surgió la necesidad de analizar qué momentos de la historia fueron marcados por sangre. Junto con un equipo de historiadores, confirmamos que, por lo general, las masacres ocurren cuando el Estado y los poderes económicos se vuelven contra su propio pueblo, no solo usando para ello a las Fuerzas Armadas y de Orden, sino también, muchas veces, avalando el accionar asesino y violento de grupos civiles, paramilitares y mercenarios. O haciendo la vista hacia un lado y permitiendo que estos crímenes ocurran impunemente.

Como resultado de la independencia, los españoles se devolvieron a la península y los chilenos supuestamente pudieron mandarse solos, dentro de las estructuras de una república soberana. Sobre qué tan efectiva resulta esta afirmación, queremos debatir hoy con los que han mantenido continuas y fuertes relaciones, tanto culturales como económicas, con Chile y el nuevo mundo durante estos dos siglos. Especialmente para el pueblo español, que ha experimentado monarquías, guerras y dictaduras, resulta preciso abrir el debate sobre la violencia del poder.

La obra apunta a interpretar y sintetizar procesos históricos, sociales, políticos y étnicos; a ocultar y desocultar a través de una simbología de orden subjetivo que no admitirá medias tintas. Hubo años complejos, sobre los cuales los mismos historiadores no siempre llegaban a un consenso. Finalmente, desde la mirada del espectador y más allá de uno u otro acontecimiento, la obra se despega de un estudio puntual de la historia de Chile, pudiendo ser la de cualquier país. Del país de quien resbala la mirada por las placas, buscando respuestas.

Esta exposición fue escogida por el Museo de la Memoria y Derechos Humanos de Chile para formar parte de la conmemoración de los 50 años del golpe militar, a partir de octubre del 2022.

La operación es aparentemente simple: 212 placas metálicas que llevan pintado a mano años, con rojo los de violencia y con blanco los de calma.

La obra forma parte de una serie de trabajos, donde propongo repensar la historia entendiendo esta no como un conjunto de acontecimientos, sino como un patrón de comportamientos violentos, convertido en un ejercicio caligráfico. La primera de las obras de este ciclo analizaba más de mil años de defensa exterior durante un sinfín de guerras y ocupaciones a lo largo de la historia de Polonia. Allí la existencia del Ejército parece una incuestionable condicionante de sobrevivencia, hoy más aún.

El ejercicio ocupa a Chile como ejemplo de un posible guión de relaciones entre el Ejército y la sociedad civil. En tiempos marcados por olas de actos de violencia interna en todo el mundo y un renacer de extremismos empoderados, propone detenerse en la reflexión sobre el rol que ejercen los soldados en las sociedades contemporáneas. Los monumentos y las estatuas en todo el mundo siguen cayendo, uno tras otro. Los pueblos no les conservan gratitud. Será porque nunca fueron héroes, o el significado de esta palabra ha cambiado últimamente, pareciera, de manera irreversible.

La divulgación de la diversidad, transversalidad y la descentralización se hacen realidad gracias al equipo de investigadores que redactaron esta “necrocronología”: Damir Galaz-Mandakovic, (Tocopilla) investigador principal y autor del marco metodológico de la investigación; José Antonio González (Antofagasta); Milton Godoy (Taltal); Herson Huinca-Piutrin (perteneciente a la etnia mapuche); Fernando Venegas Espinoza (Concepción); Camilo Rebolledo (especializado en movimientos obreros portuarios). Coordinación de investigación Iván Ávila, música y voz Eric Ramos, producción de la exposición Christian Núñez.